El virtuosismo de comer en Málaga
De hecho, un@ casi puede identificarse con según qué ambiente, esté en la calle que esté. No vas a ver al mismo tipo de gente en una zona que en otra. O sí, ya que si algo tienen l@s malagueñ@s es que son participativ@s en todos sitios.
Aparte del centro, ¿dónde más puedo comer en Málaga?
A parte del centro, y su Café de Chinitas, en el emblemático Pasaje Chinitas, donde podrás ver las medidas del café mañagueño, el Citrón, en Plaza de La Merced, los mesones que resisten al tiempo, El Palo es zona emblemática que mira al mar, donde podrás encontrar lugares para comer en toda la hilera del paseo, además de terrazas, heladerías y chiringuitos.
Todo ello en el marco costero de las casas de pescadores de siempre, que dibujan el paisaje de un distrito tan querido por el pueblo malagueño.
Miguelito El Cariñoso, El Caleño, Mafalda, El Tintero.
Todos estos lugares tienen lugar en la barriada de El Palo. Son tantos los nombres de sitios para comer, así como chiringuitos donde comer espetos, ensaladillas, zoque, etcétera, que no hay dinero y tiempo, ni estómago para rendir pleitesía a todos.
No sólo comer donde ''los turistas''
Fuera del ámbito turístico, no te olvides del barrio de Santa Paula y sus arrocerías. La Misericordia, que ofrece franquicias, pero también Hnos. Rodriguez, Casa Lucas, Vicen Playa, en pleno Paseo Marítimo de La Misericordia, y tantos chiringuitos que huelen a gloria desde por la mañana, sobre todo en temporada alta.
Si quieres salir del paradigma turístico, irse a comer a los montes es otra opción estupenda, eso sí, no desayunes fuerte, ya que te están esperando platos de los montes con identidad propia. O berenjenas con miel, en unos menús de mareo.
